La palabra dieta suele relacionarse a restricciones de todo tipo. No es el caso de la dieta inteligente.
Esta dieta es una tendencia actual que busca concienciar a las personas para que entiendan que no es necesario someterse a torturas para bajar de peso rápidamente que pudieran causarte problemas de salud.
Este método se basa en conocer los aportes nutricionales de cada alimento para que se puedan eliminar las perjudiciales.
Principios básicos de una dieta inteligente
Para poder cumplir con las pautas de la dieta inteligente es necesario conocer en qué se base:
- La base principal de la dieta inteligente deben ser las frutas y hortalizas. Éstas deben representar el 50% del total del plato en las comidas principales (almuerzo y cena). Además, se recomienda el consumo de al menos 3 frutas diferentes a lo largo del día.
- No es necesario excluir por completo los hidratos de carbono. Lo ideal es sustituirlos por cereales integrales, que aportan un alto nivel de fibra y nutrientes necesarios para la buena salud.
- Para complementar el aporte proteico es necesario incluir en la dieta las legumbres, con un consumo promedio de 3 veces por semana. Éstas serán una fuente potencial de nutrientes y proteínas para incentivar una correcta nutrición.
- Eliminar en la mayor medida posible las bebidas carbonatadas, gaseosas y azucaradas. Esto quiere decir que puedes consumir eventualmente algunas de ellas, pero sin que se convierta en una práctica recurrente.
- Asimismo, se debe limitar el consumo de comidas “chatarra”, que son altamente contentivas de grasas saturadas y trans.
- En la cocina, los aceites saturados también deben ser limitados, prefiriendo en su lugar el uso de aceite de oliva extra virgen. Además, se debe intentar dar prioridad a los métodos de cocción que excluyen las frituras, como alimentos asados u horneados cuando sea posible.
- Incluir entre la dieta diaria el consumo de frutos secos es ideal y necesario para controlar la ansiedad de hambre entre comidas. Por tanto, éstos funcionan como snacks saludables para el organismo, a la vez que proporcionan un alto aporte nutricional.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que éste intoxica el organismo; por tanto, cuando se sobrepasan los niveles permitidos es perjudicial para la salud a largo plazo.
¿Qué alimentos se pueden consumir en una dieta inteligente?
Para cumplir con estos principios es necesario que elijas “alimentos inteligentes”. De acuerdo con el libro “La revolución SmartFood” de Pier Giuseppe Pelicci y Lucilla Titta, los alimentos inteligentes se clasifican en dos grupos: alimentos para potenciar la longevidad y alimentos protectores.
Los alimentos para potenciar la longevidad son aquellos que contribuyen a disminuir el envejecimiento por su efecto antioxidante y su capacidad para imitar la restricción calórica.
Entre ellos se encuentran: el té verde, los pimientos, la cebolla, el ají, el chocolate, la lechuga, la manzana, la berenjena, las uvas, los espárragos, las alcaparras, entre otros.
Por su parte, los alimentos protectores son todos aquellos que tienen la capacidad de realizar aportes al organismo para prevenir la aparición de enfermedades.
Entre ellos: las frutas, los frutos secos, el ajo, las hierbas aromáticas, los cereales integrales, las legumbres y las verduras.
Haciendo estos ajustes en tu rutina de alimentación podrás notar cambios significativos en tu estado de salud, mejorar tu apariencia y tu calidad de vida.